5.55 de la mañana, todos en pie, ha llegado el momento. Ducha, maquillaje, perfume, vístete, termina de cerrar las maletas. Media hora después, todos vamos por la casa hechos unos locos, mi madre comprobando que no me falte nada, mi padre diciéndome si he cogido el pasaporte y el dinero y yo con la certeza de que algo se me va a olvidar, como la última vez, que me dejé en el frigorífico lo más importante: el lomo y el chorizo --"
Esta vez, no se me va a olvidar nada, me digo yo a mi misma, además, esta vez, ya va en serio la cosa, me voy para "si todo sale bien" mucho tiempo... indefinidamente.
Comienza una nueva etapa para bien o para mal...
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