Antes iba a la peluquería entusiasmada y llena de alegría de ver que iba a cambiar mi look pero después de años de decepciones e incluso ataques de ansiedad ahora voy a regañadientes y casi por obligación.
Cuando era pequeña invertía tiempo en explicarle a la peluquera que era exáctamente lo que quería, pero supongo que no me explicaba con bastante claridad...
Ahora, gracias a los avances tecnológicos les llevo una foto de lo que quiero exactamente, así no pueden decir, -"no es que yo no había entendido eso..." y aún así, a veces te preguntas si no deberían ir a hacerse una revisión al oculista.
Ayer fue uno de esos días en los que todo sale bien, Little B me dijo que iba a ir cortarse el pelo y yo como no tenía nada mejor que hacer le dije -"te acompaño", si si voluntariamente quise ir a la peluquería.
Una hora después salí de allí con dos dedos menos de pelo pero sin ataques de ansiedad.
Será que me estoy haciendo mayor y que mi pelo ya no es motivo de depresión.
Aquí os dejo unas fotos del antes y el después.
Antes
Little B
Después
Me encanta salir de la peluquería y que haya una ventisca que impida mantener el peinado más de dos minutos --"
Pero como ya he dicho antes, me estoy haciendo mayor y hasta me divierte despeinarme ^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario